viernes, 30 de enero de 2009

La Bobal congela La Manchuela


A
unque corría el mes de julio de 2008, el vaticinio de la campaña de vendimia falló poco. La comarca de La Manchuela se escapó por poco del mildiu, pero las heladas arrasaron casi 60.000 hectáreas, cebándose, sobre todo, en la Bobal, variedad más presente en la zona. Hasta ahí, todo normal, lo “anormal” es que esta variedad tiene recogido el pago del cien por cien por hectárea en los distintos tipos de seguros agrarios, puesto que es susceptible y propensa. Sin embargo, y pese a las recomendaciones de Junta, Ministerio, Delegación, la gran mayoría de agricultores de la zona afectada no tiene contratado ningún tipo de seguro agrario.

(Pincha en la imagen para ver el reportaje completo)

Reducir costes, esto es lo que aducen los afectados. El aumento disparatado del combustible, abonos y demás, ha secado aún más al campo castellano-manchego, perdiendo el escaso margen de beneficios que quedaba. Los cerealistas, más que menos, han podido recoger algo más gracias a la coyuntura internacional con respecto al grano, pero, en el sector vitivinícola, la cosa ya apuntaba a mitad del verano a poco menos que hecatombe. Las pérdidas, superiores al 70 por ciento, podrían haberse mitigado con el agroseguro, pero el coste del mismo asciende a 4.000 euros para una producción de 150.000 kilos.
Se mira al cielo, se reza y se espera, pero, aunque las instituciones sufraguen el 50 por ciento del mismo, los agricultores no confían. Puede que sea debido a que, años ha, se pagaba tarde, mal y nunca; puede que se conformen con las posibles indemnizaciones o, simplemente, se juegue con las posibles pérdidas para dar un mayor precio.En esta coyuntura, la única solución posible que se vislumbra en el horizonte es la creación de pequeñas empresas o la remodelación del concepto de cooperativa, donde se deje a un lado el concepto de almacenista y el agricultor transforme el producto, le de un extra de calidad y hasta se atreva a negociar con los grandes mayoristas con su producto. Pero esto, en tiempos donde hay más vino que agua en el mercado, se ve poco menos como castillos en el aire.

0 comentarios: