jueves, 29 de enero de 2009

Europa devuelve el favor


No todo lo que viene de las organizaciones financiadas por la administración Bush tiene, o ha tenido que ser, necesariamente malo. La Nasa ha puesto en numerosas ocasiones los medios humanos y técnicos suficientes para el desarrollo del programa espacial europeo. Con la llegada de la sonda Phoenix a Marte, por fin la Agencia Espacial Europea ha podido devolver el favor.
(Pincha en la imagen para ver el reportaje completo)

Salvando el símil, mandar una sonda espacial y que esta aterrice con éxito en la superficie marciana es el equivalente a arrojar (tumbado) un alfiler desde una esquina del salón y que caiga justamente en la otra… en vertical. Bien es cierto que el buen fin de la proeza es obra, casi exclusivamente, de los americanos. Nosotros, en este caso, nos limitamos a recoger y enviar los datos sobre el aterrizaje, pero para ello se tuvo que desviar la Mars Express de su ruta. Un ingente trabajo, si se tienen en cuenta los inmensos cálculos a realizar, la compaginación productiva de todos los proyectos de investigación que llevaban a cabo los distintos equipos europeos y un largísimo etcétera de varios meses de trabajo constante.

Dejando a un lado el logro de esta última aventura de exploración marciana, Vicente Companys, coordinador de Mecánica de Vuelo y Navegación de la Mars Express, aseguraba que lo más difícil de todo es conseguir financiación para continuar con la carrera espacial, pese a los enormes beneficios que ha reportado a la sociedad. Tomando distancia y viendo las cosas con mentalidad científica, contesta a la pregunta de cuándo un hombre pisará la superficie del planeta rojo de esta manera: “Plantear esta hipótesis es el equivalente a preguntarle a Cristóbal Colón cuándo iba a llegar el hombre a la Luna; podría haber dicho cincuenta años, cien o trescientos, puesto que entonces, como ahora, todo es especulación; bien pueda ser que tengamos una base allí en cien años, bien puede ser que nunca, quién sabe”.

0 comentarios: